21 junio, 2006

Soy huérfana de nacimiento, de padre y madre.
Me parió la NADA, sin dolor, debido a un suspiro suyo,
a esos airecitos que nos sobran y botamos sin darnos cuenta.
Un día cualquiera, un hada que tiene fama de contadora de versos,
sin que yo le preguntara, me contó como el VACÍO había penetrado la NADA.
Ese día en que, por pura casualidad, me engendraron.
Dicen que la NADA habitaba unos jardines
y andaba escapando del viento que la perseguía, con sus suspiros interminables.
Pero, como todos sabemos,
el viento no perdona y es vengativo.
Entonces, después de encontrarla en su escondite,
con un rugido terrible, acompañado de lluvias, truenos y relámpagos,
destrozó todos los jardines en que la NADA se ocultaba.
Dicen que no quedó ni una sola flor
y los pétalos volaban por los aires.
Entonces, llegó el VACÍO, con esa presencia terrible y dolorosa,
y vio a la NADA, derrotada por el viento.
Estaban solos, la NADA y el VACÍO,
en el mismo lugar en que solían bailar las flores al ritmo de la primavera,
y las mariposas acompañaban su danza,
añadiendo sus colores a la fiesta de sonrisas y suaves melodías.
¿Qué podía hacer entonces la NADA?.
Ni siquiera podía ir a entregarse al viento
que ya estaba maltratando otros jardines
y la había olvidado para siempre.
Era tarde para continuar ocultándose,
para dejar de ocultarse
y también para huir.
Entonces, no hizo otra cosa que abrazarse al VACÍO,
y llorar su desventura,
mojándolo con sus lágrimas
y seduciéndolo con su dolor.
Y el VACÍO, que sabe de los amores,
supo que tenía que poseer a la NADA para que ella dejase de llorar.
Y así cuentan que me engendraron,
mientras la NADA iba calmando su llanto
y se iban secando sus lágrimas vertidas en el VACÍO.
Quizás por eso cuando siento que el viento toca mis alas me dan deseos de llorar.
Algunas veces, he visto una lágrima mía junto a alguna gota de rocío,
haciendo amistad en una flor.
Debe ser que le tengo miedo al viento.
Debe ser que sé que él tendió el lecho de los amantes que me engendraron
y puede también tender el lecho de mi muerte.
El viento puede soplar en mi jardín y volver a encapricharse con la NADA.
Ojalá el viento sepa que la NADA hace tiempo que se encuentra con el VACÍO,
en unos rincones secretos del cielo.
Ojalá que alguien le cuente al viento que mi jardín no es habitado por la NADA.
Sólo somos unas cuantas mariposas que buscamos a las flores,
felices de haber dejado nuestro pasado de orugas.

6 comentarios:

  1. Ale, oye, tu blog sigue muy desordenado y de díficil lectura. Se comprende, te vuelves loca escribiendo y total! como es para ti!
    Ordenalo, ya?

    Dulecemeis quiere leerte...

    y la Lilith...ay! no sé. Desapareció!

    ResponderBorrar
  2. De a poco va ir mejorando!

    ResponderBorrar
  3. nadie, nadie lo comprendió, jamás..

    las lágrimas brotan en todos los versos y en todas las palabras...

    Vengan, mis amigos perdidos, mis compañeros en el arte y el amor, vengan a rescatarme ahora..

    Ahora rueguenme, como lo hacían antes! Antes, cuando nunca les hice caso..
    Rueguenme, por favor..

    Y tu, amor perdido, siempre nombrabas a Benedetti y me decias "no te juzgues, no te quedes sentada al borde del camino"...

    Vuelve, amor, y sólo levantame. Estoy sentada al borde del camino, juzgándome..

    Ven, dame tu mano, levántame..y marchate de nuevo..

    Sólo necesito tu mano para que me levantes. Nada más.

    Mi mano aletea por los aires buscando una mano amiga, una mano amante...pero ya no están las que estuvieron..y no han llegado la que espero...
    ¿vendrás?
    Te lo ruego, no tardes demasiado..

    ResponderBorrar
  4. aun no me levantas...

    por que has tardado tanto?...

    Te cuento: borré este blog...y resucitó antes de lo esperado..

    ahora quiero borrarlo de nuevo..

    Es que, nadie viene a rescatarme...
    ven...
    ven...
    ven...

    ResponderBorrar
  5. Parece que, al final, Danza en fuego...me está rescatando..

    Nadie más!!!!

    ResponderBorrar
  6. No le hagas caso a la Ale. Escribe no más.

    Y no borres tus blog.

    yo también quiero rescatarte
    yo te rescato, mi niña..
    escribe, tranquila, escribe...

    Ahora yo te lo pido:
    "No te juzgues....
    No te quedes sentada al borde del camino...
    como Benedetti...

    ResponderBorrar

deja huella héroe si caminaste sobre las tumbas