16 octubre, 2007

La eternidad no tiene la edad de nuestros años


Sólo por hoy, en la cima de tu edad...


apenas una distancia de siglos...

Nuestros tiempos se bifurcan,

recojo frutos maduros,

mientras cortas botones de rosas

Caminas por las calles de tu infancia

y tus pasos dibujan un atardecer

Te sigo, amaneciendo,

hasta que nuestros soles,

en un único cielo,

se funden con fuego eterno.