"Es mi naturaleza...."
alguna vez te lo dije.
"Es mi naturaleza...."
y te lo dije mirándote a los ojos,
tú rehuías mi mirada,
fingías no comprender,
mientras pensabas en el territorio indómito de los sentimientos,
y yo pensaba que no podía cambiar lo que yo era,
que mi corazón porfiaba entre la razón y la locura.
Tus manos temblaron intentando una caricia,
pero era demasiado tarde o muy temprano para la ternura,
pensabas en el tiempo detenido en una confesión inesperada.
Siempre debiste saberlo,
hubiesen bastado tus manos detenidas en mi corazón,
una sola pausa en tu frenético deseo de hacerme tuya,
simplemente la intuición de mí,
tan pequeña que me deshacía en tus brazos como una niña,
la niña que era mujer en el vaivén de tus deseos.
Tal vez, sólo tal vez, debí decirtelo antes.
Suelo perfilar el amor en súbita ambigüedad,
hay quien cree que jamás sentí,
hay quien cree que temí sentir,
hay quien cree que fui una mentira.
"Es mi naturaleza..."
soy la verdad sin juramentos
soy lo que siento mientras lo siento
soy libertad, aún tantas veces encadenada,
si he de ser esclava siempre lo seré de mis propias alas
y me niego a no volar por ese cielo que suelen llamar vida,
aunque vengan aquellos que me hacen daño
aquellos que me dañaron o aquellos que me dañan...
No iré, alacrán, contra tu naturaleza,
pero, tú, alacrán no cambiarás lo que soy,
porque es mi naturaleza...
