SE HA CAIDO EL SOL DE SU VIEJO SITIAL.MIS MANOS TEMBLABAN CUANDO LO PUSIERON ALLI.
MIS POBRES MANOS GASTADAS POR EL VACÍO.
UBIQUÉ UNA QUE OTRA ESTRELLA.
HICE RUEGOS A LA LUNA Y A TODOS LOS ASTROS.
PALIDECÍ EN TODOS SUS ECLIPSES.
SU AUSENCIA ERA MI PEOR PESADILLA.
PENSAR QUE CUANDO ME POSABA BAJO LA SOMBRA DE LOS ÁRBOLES EL PÁNICO SE APODERABA DE MIS SENTIDOS.
DEBE SER POR ESO QUE AHORA PUEDO ANUNCIAR MI MUERTE SIN HISTERIA NI PUDOR.
YA NO HAY SOMBRAS NI MATICES LIGEROS DE LUZ.
LA OSCURIDAD NO SE INSINUA POR NINGUNA PARTE.
Y QUE LA RESURRECCCIÓN ES EL CONSUELO DE LOS VIVOS.
MORIRÉ SEPULTADA POR LA NADA QUE ME DEJADO EL SOL
"Este amor indecible sublimó el desconsuelo.
Me acostumbré a la congoja de no tenerte.
Hice mío el hábito de no tenerte y buscarte y nunca encontrarte.
Trataba de verte en las calles, entre el gentío, con la conciencia del pecado, prendida en la mirada.
Me ocultaba culpable, para amarte, inocente.
Contaba los días, como si esto de no tenerte fuera una condena.
Los días, que fueron años de exilio sin tí.
Purgaba mis crímenes en mi cama vacía, con el ansía de tocarte, ese día bendito, en que la libertad se me devolvía entre las sábanas,
o a dosis,
en ricones, mudos y sin testigos.
Pacientemente, ví muchas veces palidecer a la Luna.
Acostumbrada a la redondez de su triteza,
cuando menguaba me iba acomodando a una nueva desesperación.
Me mecía en mi propia cobardía como una niña de pecho.
Mi resignación se transformó en la cuna cobarde, desde donde veía pasar tu ausencia.
Me cubría con un manto para ocultarme de los que nunca lograron conformarse.
Temía enfríarme con sus propias verdades.
Temía que la sangre se me helara de tanto juicio inútil.
Mis piernas se secaban inertes, en la espera de tu piel.
Jamás logré un movimiento certero que me aproximara a tí.
Ahora comprendo la vanalidad de las palabras frente a la vida.
Mis amadas palabras no son más que SUSPIROS QUE EVOCAN.
Cada sonido que emiten es un grito ahogado,
una necedad mal pronunciada."
LA MADRUGADA SANGRA LAS HERIDAS ABIERTAS DE TU SOLEDAD,AMOR. COMO TU MIRADA OBSESIONADA EN ALGUNA ESTRELLA.FIJA, EN EL PUNTO QUE ELIJES PARA DESCANSAR DEL HASTÍO.
SÉ, MI AMOR, QUE SANGRAS CON LA MADRUGADA.
LAS COSTRAS SE DESPRENDEN UNA Y OTRA VEZ, Y NO LLEGAS A CONOCER LAS CICATRICEZ.
EL ROJO ES EL COLOR EN QUE ARDE TU ALMA, Y TAMBIÉN TIÑE TU CUERPO CON HEMORRAGIAS DE DESENFRENO.
ROJOS SON TAMBIÉN AHORA TUS OJOS VOLANDO EN EL ESPACIO VACÍO E INERTE DEL DESCONSUELO.
ERES LA METÁFORA QUE CANTAN LOS PÁJAROS CUANDO POETIZAN EL AMANECER.
COMO UN ETERNO SUSPIRO ESPARCES EL DELIRIO DE TU EXISTENCIA Y AROMATIZAS EL HEDOR DE LAS CALLES.
NO TE CANSAS DE VIVIR. VIVIDOR ERRANTE. BEBEDOR DESPIADADO.
TE NIEGAS A LA MUERTE Y PREFIERES LA AGONÍA.
SUELO VER DESDE LEJOS TU CAMINAR SILENCIADO POR LAS ALAS QUE DESPLIEGAS EN EL CIELO.
TE HE VISTO, HOMBRE DE SEDUCCIONES, CONQUISTANDO LOS AIRES Y AMÁNDOME, MARIPOSA.
TOCAS MIS ALAS Y TRASTOCAS SUS COLORES. LAS VUELVES TRASLUCIDAS Y FRÁGILES, COMO SI NO PELIGRARA EN EL VIENTO Y EN LAS ESTACIONES DE LAS TARDES.
VIENES A MI, CUENTERO DE SIGLOS, Y SUSURRAS EN MIS OÍDOS LOS SECRETOS DE LA NOCHE.
INVENTAS CARICIAS Y BESOS.ESPECIALISTA EN EL PLACER.
ME DAS TU DOLOR Y YO TE ENTREGO EL MÍO COMO NUESTRO RITO DE SANGRE.
PALIDEZCO CUANDO INICIAS EL INGRESO A MIS JARDINES.
LA MARIPOSA HOSTIL ABRE SUS ALAS YA TRANSFIGURADAS POR EL DESEO.
ME ABRAZA TU EVOCACIÓN DE TRAGEDIAS,MARAVILLAS Y MISTERIOS.
ME ABRAZAN TUS BRAZOS ROBUSTECIDOS POR LA LOCURA.
ENTONCES AGONIZAMOS COMO DOS DESPIADADOS QUE SE NIEGAN A MORIR Y NUESTRAS SOLEDADES, CON LA MADRUGADA, CESAN DE SANGRAR.
YA NO IMPORTA SI ABRÁ CICATRICES.
LO SABEMOS, MI AMOR,
Shaquespeare nos lo dijo:
"QUIEN NUNCA HA TENIDO HERIDA SE BURLA DE LAS CICATRICES"
