Era la Sala de Pre - parto.
Las matronas eran muy amables. Y no hacián más que preguntar: "¿le duele?...¿le duele mucho?".
"No, no tanto" - me cansaba de responder.
Que obsesión con el dolor, pensaba yo. Ojalá estuviera a orillas de un río. Sin anestecias tentadoras. Y retener mi respiración en cada contracción, como lo hago ahora. Y descansar, mientras espero la otra. Como cualquier hembra que pare. Como la hembra solitaria que soy. . .
Y ver este líquido sanguinolento que no deja de correr entre mis piernas . . .
Que esa sangre no manche sábanas ni pisos de una Clínica. Que se confunda en la hierba. Que humedezca el musgo. Que se mezcle con las aguas de ese río. . .
Un río de sangre y líquido amniótico . . .
Qué valor el de las madres, qué lejano se ve ese mundo...
ResponderBorrar. . . está más cerca de lo que ves...
ResponderBorrarKorkuss, está cerca . . .
No todos podemos vivir en el mismo mundo... hay ideas que son lejanas del mío...
ResponderBorrarEs cierto, nuestros mundos son distintos . . .
ResponderBorrarcada quien, es un mundo en sus mundos, Korkuss . . .
Besos!
Y si, de acuerdo con Kork, que valor
ResponderBorrarES AMOR . . .
ResponderBorrarNADA MÁS.
Y QUÉ MÁS!
ES EL "VALOR" DE AMAR.
ResponderBorrarLA "VALENTÍA" DE ATREVERSE AL AMOR.
¿Dónde estás?
ResponderBorrarEstoy oculta de todos los espejos...
ResponderBorrarllorando tanta imagen distorcionada...
No hay piedad en esos reflejos despechados...
No hay piedad en mi propia mirada. . .
En mi reino no se sabe de todo eso, tan pocas noticias llegan
ResponderBorrarPero también lo vuelve un sitio muy tranquilo, se lo doy como refugio, siempre será bienvenida
Gracias, Barón...Es seductor visitar un reino para quien no conoce de coronas ni reinados...
ResponderBorrarNo soy una reina y nunca fui princesa. . .
Y un refugio..ay! un refugio...
Habrán jardines y habitaciones donde estar sola? Podré escuchar desde allí todos los silencios?